miércoles, 9 de mayo de 2012

búscate un amante

Calló en mis manos esta reflexión, me pareció muy interesante para
analizar:

Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están
las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente
estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están
tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad,
pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.

Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas,
que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en que ocupar su
tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente
desesperanzadas.

Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que
recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro: "Depresión" y la
infaltable receta del antidepresivo de turno.

Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan
un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ¡ES UN AMANTE! Es
increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto.

Están las que piensan: ¿Cómo es posible que un profesional se despache
alegremente con una sugerencia tan poco científica? Y también están las que
escandalizadas se despiden y no vuelven nunca más.

A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la
siguiente definición:

Amante es: "Lo que nos apasiona". Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de
quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir. Nuestro
amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja
saber que la vida tiene motivación y sentido.

A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en
alguien que no es nuestra pareja, también solemos hallarlo en la
investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en
el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de
trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio,
o en el obsesivo placer de un hobby...

En fin, es "alguien" o "algo" que nos pone de "novio con la vida" y nos
aparta del triste destino de durar.

¿Y que es durar? - Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como
viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos,
tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con
decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frio,
del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia. Durar, es postergar la
posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento
de que quizás podamos hacerlo mañana.

Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, sé tú también un amante
y un protagonista... de la vida.

Piensa que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena
memoria y nunca se olvidó de nadie. Lo trágico, es no animarse a vivir;
mientras tanto y sin dudar, búscate un amante...

La psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo
trascendental:

"Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la
vida."

autor: Dr. Jorge Bucay (Universidad de Miami)

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